Escuela de Frankfurt:
Heterogeneidad de los
autores
Lo primero que hay que advertir, es que reunir en una
sola exposición a autores tan extremadamente complejos como Adorno, Pollock, Horkheimer, Fromm o Marcuse, es sencillamente imposible. La Escuela de
Frankfurt nunca fue una escuela en
sentido cerrado, en la que todos hubieran de tomar las mismas líneas de
investigación o los mismos presupuestos teóricos. Lo que unía a los autores de
la escuela, era la intención de desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo, inspirado en el pensamiento
marxista. A partir de aquí, la libertad primó sobre la necesidad de
sistematizar, y los miembros de la escuela desarrollaron pensamientos
heterogéneos. Esta heterogeneidad no fue siempre fácil de armonizar: baste
recordar que Fromm y Marcuse salieron de la Escuela por desavenencias en la
interpretación de autores como Freud o Heidegger. Así, a la hora de destacar
los temas centrales de la escuela, cabría la posibilidad de escribir tantos
trabajos distintos como miembros tuvo la escuela. Con todo, puesto que no es
ese el objetivo de este especial, nos centraremos en el proyecto de teoría
crítica, tal y como fue formulado por Horkheimer, y su mínimo desarrollo a lo
largo de los años 30.
La
interdisciplinariedad del proyecto de Teoría Crítica
El proyecto
original de Horkheimer aparece formulado, entre otras obras,
en Teoría tradicional y teoría crítica y en Materialismo,
metafísica y moral. Horkheimer no transformó sustancialmente el proyecto
originario del Instituto para la Investigación Social. Pero sí que se puede
decir, que la orientación predominantemente sociológica dio lugar a un enfoque
más filosófico. Así una de las ideas centrales seguirá siendo la interdisciplinariedad. Si de
transformar la sociedad se trata, si “introducir razón en el mundo” es uno de
los objetivos de la escuela, un conocimiento lo más científico posible de la
misma será una condición indispensable. Esta interdisciplinariedad se
concretará en tres disciplinas fundamentales, que podrán verse complementadas
por otras secundarias.
La Sociología
Así,
en primer lugar, la sociología sigue siendo un instrumento
indispensable. Esta ciencia, desarrollada desde presupuestos marxistas, deberá
buscar líneas de investigación que muestre precisamente “lo otro” de la
sociedad. Desde los presupuestos dialécticos asumidos con la escuela, totalizar
un objeto de estudio tan complejo como la sociedad es falsearla. Por eso los
proyectos concretos se centrarán en las formas de opresión o marginación
presentes en la sociedad. Un buen ejemplo de todo esto lo podemos encontrar en
los estudios sobre el antisemitismo llevados a cabo por Adorno y Horkheimer.
Además de su valor sociológico, son una crónica excepcional de los mecanismos
utilizados por el nacionalsocialismo en la construcción de un “sentimiento
social” y de todo un sistema destinado a la marginación y exterminio de un
grupo determinado. La sociología, por tanto, debe mantener la crítica de la
sociedad. No es su función simplemente describir el todo social, sino
precisamente impulsar su transformación al sacar a la luz lo que los
instrumentos ideológicos pretenden esconder. Lo negativo de la sociedad deberá
apuntar aquello que debe cambiar. Con el paso del tiempo, esta concepción de la
sociología sería el centro de la llamada Disputa de la Sociología alemana, en
la que la teoría crítica de los frankfurtianos (Adorno-Habermas) se enfrentó
con el racionalismo crítico (K. Popper-H. Albert). Los puntos de vista de estos
4 autores aparece en un libro ya convertido en clásico: La
disputa del positivismo en la sociología alemana.
Pensamiento crítico y
reflexivo
Junto a la interdisciplinariedad que acabamos de
comentar, hay que destacar también dos características fundamentales: la reflexividad del
pensamiento y su dimensión crítica.
El pensamiento debe nacer, a ojos de Horkheimer, a partir de las
contradicciones de la realidad, desde todo aquello que nos hace pensar una
sociedad distinta. El materialismo del que hablan los frankfurtianos no es, ni
mucho menos, una teoría física sino sociológica. La sociedad misma señala los
temas y las líneas de investigación en aquello que reprime, en aquello que
silencia, y una sociología a la altura de su tiempo debe atender precisamente a
estos mecanismos de dominación de la sociedad, para rescatar la verdad de lo
que oculta. Por eso, el pensamiento debe ser crítico y reflexivo. Crítico no
como negación directa de la realidad, sino como renuncia a una aceptación
irreflexiva de la realidad (social) tal y como se nos presenta. La crítica
parte siempre de una sencilla proposición: “otra sociedad es posible”. Sólo en
la medida en que es crítico puede el pensamiento también ser reflexivo. Sólo
naciendo de la injusticia misma puede llegar a modificarla, a transformarla,
superando así la dicotomía teoría-práctica. Un pensamiento materialista y
práctico no es una pura especulación teórica, sino una actividad de tipo
práctico que contribuye también al progreso de la sociedad. El “télos” (fin)
emancipatorio heredado del marxismo continúa en el pensamiento de los
frankfurtianos plenamente vigente.
Este proyecto fue prácticamente abortado desde su
nacimiento. La actividad de los miembros del Instituto era cada vez más
vigilada, y, como ya hemos comentado, sus miembros se vieron obligados a
exiliarse. Esta situación política llevó a la desesperación a los frankfurtianos,
que veían una y otra vez cómo la realidad se burlaba de sus aspiraciones
teóricas, de modo que la transformación esperada de la sociedad no llegaba,
sino que, muy al contrario, se iba afianzando el horror y la persecución.
El desengaño: Dialéctica
de la Ilustración
La experiencia vital e histórica de los miembros de la
Escuela de Frankfurt provocó un giro en su pensamiento. La barbarie sistemática y
racionalmente organizada les hizo desconfiar de la capacidad del hombre (y
especialmente de su tan elogiada razón) para lograr construir sociedades justas
e igualitarias. El proyecto de la Teoría crítica se ve suplantado por un
escepticismo y un alto grado de pesimismo, que se ven reflejados en una de las
obras más comentadas de Adorno y Horkheimer: Dialéctica de la Ilustración (DI).
La idea central de esta obra es sencilla: la Ilustración esconde dentro de sí
los momentos de explotación y horror que se han ido desplegando a lo largo de
la Historia. La DIno representa sólo una renuncia a ese pensamiento
reflexivo y práctico, sino que además es una crítica devastadora a la razón
occidental. El mito tiene algo de
ilustrado, y la Ilustración tiene también un componente mitológico.
Pretender deslindar ambas dimensiones es, sencillamente, ingenuo. La afirmación
ilustrada de la razón lleva aparejada la destrucción y la instrumentalización
del ser humano, por lo que confiar en la razón, antes o después, vuelve a
conducirnos al exterminio, a la masacre.
Este giro se reflejó en Adorno y en Horkheimer de dos
modos bien diferenciados: mientras Adorno se centraba en sus intereses por
la estética y
se refugiaba en el arte en
su huida de la racionalidad, Horkheimer se volvía a sus lecturas de juventud
(entre las que frecuentó aSchopenhauer )
y recuperaba igualmente el valor positivo de la religión que aprendiera dentro de su familia. Arte y
religión como dos esferas no estrictamente racionales desde las que aún era
posible la crítica. “Pesimista teórico, pero optimista práctico”. Así se
definía Horkheimer que encontraba en la crítica el único imperativo moral del
intelectual, la única vía de escape, y la única construcción racional que no
corría el peligro de totalizarse, de convertirse en un dogma. Esta crítica radical
al logocentrismo occidental se reflejó en obras como Crítica de la
razón instrumental, A la búsqueda de sentido, Ocaso (Horkheimer)
oTeoría estética, Mínima moralia, y Dialéctica negativa (Adorno).
Para ambos autores pensar después de Auschwitz tiene que ser pensar al margen
de la razón instrumental, pero también al margen de una razón objetiva que
corre el peligro de solidificarse o de convertirse en metafísica (en el sentido
peyorativo de la palabra). Por eso el arte y la religión vienen a ocupar un
lugar tan importante en su pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario